Hace hoy 25 años nos abandonaba uno de los más grandes artistas de la música soul e inmejorable exponente del sonido Motown: Marvin Gaye. Aunque inicialmente fue contratado por esta compañía discográfica para acompañar con la batería a otros artistas de renombre, ya a finales de los años 60 era uno de los músicos que más beneficios generaba, gracias en parte a sus exitosos duetos con artistas femeninas, como por ejemplo Tammi Terrell. La repentina muerte de su compañera artística, con la que cantaba el famoso tema Ain't No Mountain High Enough, le marca para siempre y es en esta época cuando empieza a mostrar unos claros signos de inestabilidad que le acompañarán durante el resto de su corta vida. Sin embargo, el éxito no dejó de acompañarle en los años posteriores durante su carrera en solitario: canciones de la talla de 'Let's Get It On' o 'What's Going On' se colocan en los primeros puestos de las listas de éxitos. Sus permanentes problemas con las drogas y la vida licenciosa en la que estaba inmerso le ocasionaron innumerables enfrentamientos con su padre, reverendo de profesión y estricto seguidor de las leyes cristianas. La fama de Marvin Gaye no hacía sino avivar el resentimiento de su padre, que le descerrajó un disparo letal tras una discusión absurda. Aunque insólito, fue un final acorde a la decadencia por la que atravesaba el cantante. Adicto a cocaína y heroína, confinado a crónicos episodios de depresión, Gaye fallecía el 1 de abril de 1984, un día antes de su 45º cumpleaños. Vaya desde aquí nuestro homenaje.
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